
Felipe Guerra, sicólogo a cargo
de la actividad, explicó que “el trabajo que se realiza es intervención en
crisis, básicamente grupal y lo que se hace es conversar con los participantes
sabiendo cómo fue su experiencia durante y luego del aluvión, para después ir
entregando herramientas de autocuidado para que las personas puedan disminuir
su ansiedad, angustia y malestar en relación a estas situaciones. La idea es
realizar un diálogo tranquilo y entregar ciertas técnicas de relajación para
que las personas puedan volver de la mejor manera a la realidad”.
La municipalidad de Copiapó no descarta desarrollar más actividades de
contención emocional como éstas, en un equipo humano que no se ha detenido un
instante incluso cuando las condiciones empeoraron y se empezaba a conocer el
drama que dejaron los más dramáticos aluviones en la historia de Copiapó.