José Zambra Aguilera, unos de los encargados que desde Santiago llegó para aportar con un granito de arena, comentó que “estamos trabajando arduamente representado a la Embajada Mundial de Activistas por la Paz y nuestro principal objetivo es trabajar a favor de la familia humana y quisimos estar en esta catástrofe que afectó a la región de Atacama. Hemos venido con un grupo muy bueno, excelentes personas, que dejaron sus trabajos y estudios en sus respectivas ciudades todo por venir a cooperar a esta zona que se encuentra tan afectada”.
Proyectos y campañas de la organización generan acciones para el fortalecimiento de los valores universales y el reconocimiento de la dignidad del ser humano: amor, amistad, bondad, confianza, ética, fraternidad, honor, honradez, justicia, libertad, respeto, responsabilidad, solidaridad, valentía, verdad y paz, con el fin de fomentar espacios para el entendimiento entre personas de diferentes culturas, nacionalidades, creencias y religiones, en el marco del diálogo pacífico y el respeto de los derechos humanos y los derechos de la tierra.
Bajo este contexto la Psicóloga Verónica Navarrete, una joven que vino desde Santiago a cooperar con Copiapó comentó que “en esta organización estamos preparados para cualquier catástrofe y ayudar en lo que sea necesario, aquí en la ciudad se necesita mucha apoyo y nuestro grupo está motivado en ayudar y seguir aportando a la región de Atacama”.
Cabe destacar que la Embajada Mundial de Activistas por la Paz, ha cooperado en diferentes desastres que han afectado a Chile en los últimos años, como por ejemplo, el terremoto de 2010, el terremoto de 2014 en Iquique y el incendio que afectó a los cerros de Valparaíso.